Rememorando el Ocio

El significado de la palabra OCIO, ha cambiado notoriamente en los últimos tiempos, se habla de OCIO  “creativo, productivo, improductivo, activo, filosófico, profundo…” todas definiciones que se orientan a juzgar el ocio, según los resultados que se obtengan de él.  Lamentablemente  el Ocio, no podía escapar a la locura insana y masoquista, que en estas épocas nos rige, en todo momento tenemos la obligación de producir,  “no perder el tiempo”, proveernos mediante el trabajo, los medios necesarios, para adquirir aquellos bienes que creemos, nos brindaran la felicidad tan ansiada, buscar ese algo que nos falta, vivir a mil,  no pecar de vagos y mediocres, aprovechar todas las oportunidades o, lo que es aun más exigente crearlas de la nada nosotros mismos,  ser exitosos,  seguir adelante…., en tres palabras “ NO PARAR JAMAS!!!.

Fatigosa y flemática tarea, esta que nos imponemos, nada más y nada menos que la de complicarnos la vida nosotros mismos, o quizás, rozando el análisis, la de auto castigarnos!  Y… si… nosotros que formamos la raza humana, sabemos que poseemos ciertas peculiaridades que nos hacen únicos e irrepetibles,  agredirnos, por ejemplo, es una de ellas. Pero volviendo al Ocio, rememorando el verdadero y simple significado de esta palabra, y decimos simple porque, en la eterna búsqueda, las cosas simples siempre son más, tomamos  el momento de las vacaciones, como el tiempo ideal  para aplicar una de las acepciones de ocio, o al menos  la que quien escribe, considera la más acertada. Ocio: Cesación del trabajo, inacción, o total omisión de la actividad, traducido significa PARAR!  Si parar, simplemente no hacer nada, pero como se hace esto, es posible? , está en nuestros genes? Podremos hacerlo? La repuesta es rotunda ¡¡SI!!, una vez al año nuestro objetivo debe ser dejarnos llevar por el placer de ser libres , de estar sin horarios, de no preocuparnos, ya que todo ,tiene solución , relajarnos,  frenar la enorme bola de la ansiedad y la culpa del “no hacer” , ser simples, pacíficos y viajar lejos o cerca, no importa , pero alejarnos de la rutina diaria, irnos de nuestro ambiente de todos los días, permitirnos derramar nuestro cuerpo y alma fuera del envase cotidiano , mover nuestro cuerpo y mente a la velocidad de una tortuga, relajarse , y dejarse llevar.

Para este fin, destinos hay muchos, fuera y dentro de nuestro país, y suele ser muy positivo, probar algunas cosas que son muy  fáciles de hacer. A los que se quedan sin ir a algún destino turístico, las idea es  ir a un parque, una plaza, un pueblo cercano, -los hay y muchos – y… VER Y RESPIRAR VERDE, dejar el celular (¡!vamos…. antes nadie lo tenía y no se paraba el mundo!¡) Tomar una lona y recostarse a ver el cielo, las neuronas, el sistema nervioso y cardiovascular lo agradecerán y hasta puede que, tomemos conciencia de partes de nuestro cuerpo y mente que ya no registrábamos, otra opción es brindarnos un día de SPA en estas fechas, suele haber ofertas y mucha disponibilidad de turnos, como dice el dicho, “cuerpo sano, mantiene la mente sana” y es muy  gratificante, dejar que otras personas se ocupen de nosotros,  y no hacer más que, entregarse  al estado de relax, que estos establecimientos nos brindan. A los afortunados que emprenderán viaje, desde el minuto cero, relajarse, a cada minuto, sea en el transporte que sea, pensar que se está llevando a cabo el acto de trasladarse, no una  carrera  demencial que hay que ganar o ganar,  se llega cuando se llega y punto . Y una vez en destino  buscar cada día, ese momento personal de uno y , – perdón que insista- estar ociosos, es decir no hacer nada-, podemos levantarnos temprano y salir a caminar , encontrar un lugarcito y contemplar el paisaje en el que nos encontramos, en silencio , sin límite de tiempo, o buscar las alternativas que sabemos cotidianamente son  casi imposibles de realizar, reír con los nuestros , dormir a destajo, darnos un baño de espuma, tomar baños de sol,  o aquello que nos haga realmente sentir, que tenemos una eternidad sin obligaciones por delante. Depende el destino al que hayamos arribado, habrá distintas alternativas para llevar a cabo, recordemos que el ocio es gratis, no se paga ni con tarjeta, ni tiene el 35% de recargo y lo más importante siempre cuenta con disponibilidad. No importa a donde estemos, no importa con quien estemos, solo importa saber que FRENAR ¡ esta en nosotros y que lo debemos  hacer para nosotros.

El ocio es simple, natural y humano,  es lo que nos define como seres  finitos y agradecidos a la vida,  demos gracias al OCIO porque es bueno, y está al alcance de todos y cada uno de nosotros, solamente hay que permitirse  practicarlo.

Tec. Gabriel Pedacchio Leaniz